viernes, 4 de junio de 2010

Los 2 momentos más esperados del día a día de un estudiante universitario en época de exámenes

En las fechas próximas a los exámenes e intermedias a ellos, tu vida social queda reducida a menos veinte. Ya no hablas con nadie más que con tus padres por teléfono, con la tele y con tu osito de peluche..
En el primer examen no, en el segundo quizás tampoco, pero cuando está cerca el tercero y tu lengua está casi dormida de lo poco que hablas, empiezas a desear examinarte! Sí, sí, llegas a estar dispuesta a pasar por ese sufrimiento aunque sólo sea por el momento :
"Hola, cómo lo llevas?"
"Puf, yo fatal, y tú?"
"Pues yo seguro que peor."
O por el post-examen cuando todo el mundo te dice:
"Qué tal te salió? Porque a mí fatal, qué piiiiiiiii fue con las preguntas."
Sí, son conversaciones absolutamente sin contenido que casi tienes por inercia, pero el caso es que a ti te hacen ilusión. Después de días y días sin casi ulitizar tus músculos fonadores, de verdad te apetece que lleguen estos momentos. De hecho, es tal el grado de desesperación por el que pasamos, que hasta nos hace ilusión ir al Gadis!! Sí, sí, habéis leído bien, al Gadis!! Porque eso implica que en la puerta va a estar el “pidichón” de siempre que te dirá, aunque sólo sea con la finalidad de que le des unas monedillas, BUENOS DÍAS!! Sí, sí. Buenos días!! Esto ya es lo más. Tú entras toda contenta y le respondes, sin soltar un duro por supuesto, “buenos días” mostrando tu mejor sonrisa. Pero esto no es lo mejor de todo, ya que, si no recurres a la comida precalentada o a los congelados, tendrás que ir a la carnicería, pescadería o, quién sabe, a la charcutería!! Ay, ay, qué emoción! Qué pediré, qué pediré..Ah sí, ya sé: cuatro lonchas de queso de barra Larsa y dos de jamón cocido Campofrío (no os penséis que por ser estudiantes compramos mala calidad eeh!) para hacer un sándwich, por favor! Bueno, bueno, esto ya es lo más de lo más porque, después de hacer tu pedido, la señora charcutera o el señor charcutero te harán la pregunta del millón….
"Desea algo más??"
A lo que tú le responderás:
"No, muchísimas gracias por haberme atendido, pero no, por hoy ya tengo suficiente comida que estamos a fin de mes y no se puede derrochar, ya sabes. Para el próximo mes intentaré comprarte algo más por estas fechas o al menos venir a comprar lo de siempre”…..
Vamos, lo típico. Las típicas conversaciones de charcutero/a- cliente/a de toda la vida. En fin, pues coges tu cutre fiambre, le pones la sonrisa más grande que tu físico te permita como si te hubiera regalado 100 gramos del mejor jamón del mundo y te diriges a la caja. Aaaay, la caja y el correspondiente cajero/a!! Qué simpáticos resultan en estos días su forma de darte las monedas de la vuelta siempre por encima del tiket para que así te caigan todas rodando. Pero bueno, hoy se lo perdonas porque te hace ilusión verlo.
-Hola.- te dice.
A lo que tú le respondes “Hola” también, pero como si te acabaras de reencontrar con esa persona tan especial que hacía tanto tiempo que no veías...
Te pasa todos tus productos por la caja y entonces llega EL MOMENTO:
"Muchas gracias."
"No, gracias a ti."
"Vuelva pronto."
"Sí, estese tranquilo que mañana volveré…"
Y te vas más contenta que unas castañuelas después de haber aprovechado al máximo tu vida social y deseando que llegue pronto el momento de volver…
Pero entonces..
“Uy!! Pero qué tonta! Si me he olvidado la leche! Vaya hombre, tendré que volver a entrar……”